Los avances en inteligencia artificial están teniendo, inevitablemente —y afortunadamente—, un impacto en el Banco Central Europeo, que ha convertido el uso de la IA en una de sus prioridades estratégicas. En una encuesta interna realizada por el comité de personal en febrero de 2025, se pidió a los empleados del BCE que estimaran la proporción de sus tareas que podrían automatizarse en los próximos años, expresada como porcentaje del tiempo que dedican actualmente a ellas. Los 1 600 compañeros